Reflexiones sobre la Introducción de "El Capital en el Siglo XXI" de Thomas Piketty

Este economista investiga sobre por qué no se ha cumplido la gran promesa del Capitalismo: abolir la desigual distribución de la riqueza que provoca la acumulación del capital. Y si bien no comparte la visión apocalíptica de los dos grandes economistas del siglo XIX, Carlos Marx y David Ricardo, que sostuvieron que la acumulación infinita de la tierra o del capital industrial sole traería desigualdad en las distribución de la riqueza, tampoco Piketti concuerda con las visiones idealistas de economistas como Adam Smith que en su Riqueza de las Naciones cree en un mercado que se autoregularía solo y que lograría, z mejor, distribuir de manera equitativa la riqueza. Tenemos entonces un economista de la tercera vía, de la socialdemocracia que está  parado en la caída del muro de Berlín y que se para sobre lo construído en el siglo XIX para establecer los caminos del capital en este principio del siglo XXI, habiendo ya vivido el mundo las revoluciones y guerras del siglo XX. En el mejor de los asideros franceses, Piketti reconoce que admira más a los sociólogos y antropólogos de su país que a los economistas estadounidenses que con sus destrezas técnicas han echado  las bases de la economía actual. Además se muestra como un intelectual que reconoce que la  literatura del siglo XIX ya tenía clara la reflexión sobre esta desigualdad de la distribución de la riqueza, nos habla de Balzac, pero se echa de menos a Flaubert y Stendhal. Ninguna alusión a la literatura rusa, pero sí al fracaso de los realismos reales dónde solo parece ver a Stalin. Qué mal le hizo este tipo al Socialismo, pues nos quedamos sin un modelo económico que le hiciera resistencia a ese Capitalismo que este economista trata de explicar en sus desigualdades en la distribución de la riqueza.